Bonifacio ¨El bueno¨: masculinidad perturbadora en Clarín.

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Prof. Miquel Bota Burgués

El 19 de febrero, el profesor Miquel Bota Burgués dio una charla titulada "Bonifacio el bueno: Masculinidades perturbadoras en Su único hijo", presentada como parte del seminario de posgrado de la profesora Leigh Mercer sobre el género y sexualidad en España en el siglo XIX.

En 1890, Leopoldo Alas "Clarín" publicó Su único hijo. Al haber escrito una de las obras maestras de la literatura española moderna, La regenta (1884 y 1885), se consideró de calidad inferior a su predecesora. Sin embargo, para el profesor Bota Burgués, este no es que sea un caso carecer de calidad, sino de comprensión en el contexto de su tiempo.

¿Cómo reaccionaría una audiencia moderna a una lectura de esta novela? ¿Qué nuevos aspectos se destacan a un lector en 2019 que habrían pasado desapercibidos en 1890?

El profesor Bota Burgués respondió a estas preguntas y más frente a una reunión íntima que incluyó la presidencia de SPS, profesores de SPS y estudiantes graduados y universitarios.

En Su único hijo, Bonifacio Reyes, el protagonista de la novela, asciende en la escala social a través de un matrimonio ventajoso. Sin embargo, la ilusión de un matrimonio feliz se destruye cuando tanto Bonifacio como su esposa, Emma Valcárcel, emprenden relaciones extramaritales. Al final de la novela, su esposa afirma que está embarazada del hijo de su amante. Sin embargo, Bonifacio se niega a aceptarlo e insiste en criarlo como su hijo propio.

Para el profesor Bota Burgués, el elemento clave que hay que tener en cuenta es el uso de la ironía que, según él, pasó desapercibida en el siglo XIX. Para él, el narrador no debe es confiable y lo que dice es, de hecho, la inversión de la verdad. Con eso en mente, se dedicó a deconstruir la conclusión generalmente aceptada de que Bonifacio es un personaje bueno y moral que actúa de la bondad de su corazón.

En la novela, Emma es representada como una mujer fría que no tiene nada del amor maternal que debe tener. Su carácter desviado se resalta cuando ella vacila en concebir un hijo con su esposo. Esta cautela, sin embargo, es el producto de un aborto espontáneo previo que dejó a Emma con consecuencias físicas y emocionales. Por lo tanto, teniendo en cuenta el uso de la ironía, lo que se presenta como una mujer fría es, de hecho, una mujer que (no) está lidiando con el trauma de la pérdida.

Por el otro lado, Bonifacio es representado como un hombre que, aunque es un poco desviado en su aspecto, en general es bueno y moral. Sin embargo, el profesor Bota Burgués sostiene que el narrador destaca las fallas de Bonifacio. Por ejemplo, su insistencia en tener un hijo con su esposa, sin importarle el estrés emocional y físico que pueda tener sobre ella, es solo uno de los muchos aspectos que lo pintan como un personaje poco moral. Incluso su acto final y más benévolo, afirmar que el niño es suyo sin importar la paternidad, también es sospechoso. Especialmente cuando uno toma en consideración la posición social y la seguridad monetaria que el niño le traería como una fuerza legitimadora de su matrimonio con Emma. Así, Bonifacio, en lugar de ser de buen carácter moral, es, de hecho, un hombre codicioso que solo se preocupa por sí mismo.

Para el profesor Bota Burgués, esta relectura de Su único hijo es importante. Él considera que, en la época del movimiento #MeToo y la "nasty woman", es importante mirar hacia atrás y reconocer que todas nuestras suposiciones sobre género y sexualidad, se basan en un pasado patriarcal; uno que ha sido, y continuará siendo, desafiado.

Por Rigoberto Gutiérrez-Pinón

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